Investigadores resaltan la importancia de los Ecosistemas de Manglar en Panamá
Panamá, 26 de mayo de 2017. Cuatro científicos panameños presentaron los resultados de sus investigaciones relacionados a los ecosistemas de manglar en el Café Científico “Biodiversidad de los Manglares de Panamá”, actividad que fue organizada por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación con la finalidad de fomentar la comunicación entre los investigadores y el público en general. Este es el octavo Café Científico que se realiza en el año 2017.
El evento contó con las ponencias de los reconocidos investigadores panameños: el Dr. Omar López Alfano, Secretario Técnico del Sistema Nacional de Investigación (SNI); la Dra. Cristina Garibaldi, investigadora y docente del Departamento de Botánica de la Universidad de Panamá (UP), la Mgtr. Tania E. Romero G., especialista en medición de Carbono del Proyecto Manglar del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); y el Dr. Luis Mejía, Fito patólogo del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (INDICASAT-AIP).
El Café Científico inició con una breve introducción al tema por parte de la Ing. Milagro Mainieri, Directora de Investigación y Desarrollo (I+D) de la SENACYT, quien explicó la importancia de hacer estos eventos para dar a conocer los resultados de la investigación científica que realiza el país. La Ing. Mainieri indicó que, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), se ha perdido desde 1969 más del 55% de las áreas de manglar con que contaba el país lo que incrementa la vulnerabilidad del país ante eventos climáticos extremos.
El Dr. Omar López Alfano continuó la actividad explicando el papel que desempeñan los manglares, haciendo énfasis en que los ecosistemas de manglar son de importancia vital en la atenuación de las condiciones marino-costeras, tales como la salinidad. “Las especies de manglar están ampliamente adaptadas para crecer bajo condiciones de salinidad e inundación. Sin embargo, entre las especies de manglar existe una gran diversidad funcional que permite que distintas especies se regeneren, diversifiquen y establezcan en relación a la línea de mar. Por ejemplo, la salinidad ha sido señalada como un factor influyente en la segregación de especies de Rhizophora”, señaló el Dr. López Alfano.
Por su parte, la Dra. Cristina Garibaldi destacó que, en Panamá, han sido registradas ocho (8) especies de mangle: Rhizophora mangle, R. racemosa y R. harrisonii; Laguncularia racemosa; Avicennia germinans y A. bicolor, Pelliciera rhizophorae y Conocarpus erectus. La investigadora señaló que las mismas están distribuidas en zonas definidas, que tienden a un arreglo o distribución particular denominado zonación. “El género Rhizophora (mangle rojo) se localiza al frente y en contacto directo con el mar. La aparentemente acumulación de sedimentos crea condiciones para el establecimiento posterior de Avicennia. Esta zona también es compartida con el género Laguncularia. A medida que se va penetrando al manglar, desde la costa, en las áreas de menor influencia de las mareas se aprecia el establecimiento de poblaciones de Conocarpus) y Pelliciera. finalmente, donde las mareas tienen poca o ninguna influencia se localiza el género Conocarpus. Esta zonificación obedece a la diferencia en los niveles de tolerancia a la sal, y a los períodos y niveles de la inundación y circulación de agua dulce. La estabilización de los suelos, producto de la colonización de Rhizophora, crea las condiciones para la colonización de las otras especies”, explicó la Dra. Garibaldi.
La Dra. Garibaldi también informó que, gracias a la ayuda de los estudiantes de tesis, está trabajando en un estudio de la estructura anatómica foliar de las especies de manglar existentes en las costas del Caribe y Pacífico panameño, para así comprender los mecanismos adaptativos de al menos cinco especies de mangle que crecen en ambas costas y así como su relación con las condiciones ambientales locales. Además, la docente señaló que el grupo de investigación espera establecer un proyecto de educación ambiental que contribuya a involucrar a las comunidades costeras en la conservación de este patrimonio natural.
Por otra parte, la bióloga Tania Edith Romero explicó que Panamá ha iniciado las actividades para cuantificar de manera sistemática sus reservas de carbono en manglares, utilizando lineamientos internacionales ajustados a la condición nacional. “De esta manera se genera un protocolo nacional y se capacita a personal del Ministerio de Ambiente, el sector académico y el comunitario. Esto permite mantener su implementación y permitir actualizaciones continuas de la metodología. Los datos generados formaran parte de las estimaciones a nivel de país de las emisiones de CO2 evitadas por conservación de ecosistemas de manglar”, resaltó la Mgtr. Romero.
El Dr. Luis Mejía explicó que los manglares se pueden ver afectados por factores abióticos como estrés hídrico el incremento de la salinidad y por factores bióticos como insectos, hongos u otros organismos que influyen en la salud del ecosistema. Adicionalmente habló sobre un estudio de línea base que actualmente está realizando sobre comunidades de hongos asociados a especies de mangle en la bahía de Panamá y el potencial que tienen de influir en la salud de los manglares.
Para concluir la actividad, el Dr. López Alfano describió en su segunda intervención las amenazas actuales que sufren los manglares y enfatizó que, en Panamá, los bosques de manglar guardan una estrecha relación con las características geomorfológicas del istmo, desarrollándose con mayor amplitud en la costa Pacífica. “No obstante, es en esta costa Pacífica, donde mayormente los manglares se encuentran amenazados por el desarrollo inmobiliario de proyectos hoteleros de gran escala. Estudios preliminares en los manglares de la Bahía de Panamá en Juan Díaz demuestran que dicho desarrollo está impactando la regeneración y establecimiento de los manglares. Se requieren de estudios a largo plazo para evaluar la vulnerabilidad de estos ecosistemas y su valor en la sostenibilidad de nuestras costas y mares”, manifestó el investigador.
Los Cafés Científicos continuarán a lo largo del año 2017, con más diversidad de temas, para así seguir fomentando el debate entre la comunidad científica y el público en general.
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