Panamá, 9 de octubre de 2019. Investigadores locales expusieron los hallazgos de sus estudios en el Café Científico “Tuberculosis y Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH)”, una iniciativa mensual que organiza la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT) en la que especialistas en diversas disciplinas presentan los resultados de sus estudios y comparten sus experiencias con miras a la popularización de la ciencia.
En esta ocasión el grupo de panelistas estuvo conformado por: el Dr. Amador Goodridge, Presidente del Mecanismo Coordinador de Panamá para la lucha contra la Tuberculosis, VIH y Malaria, e investigador del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (INDICASAT AIP); la Mgtr. Dilcia Sambrano, Lab manager y Oficial de Bioseguridad del INDICASAT AIP; la Dra. Ciara Ordóñez, Coordinadora de Asuntos Médicos en GlaxoSmithKline vacunas; la Dra. Idalina Cubilla, investigadora adjunta del INDICASAT AIP, y Coordinadora del Comité Local de Investigación del Hospital Rafael Estévez de la Caja de Seguro Social en Aguadulce, Coclé; y la Mgtr. Marina Ábrego, Jefa de Proyectos de Extensión y Desarrollo Local de la Vicerrectoría de Extensión de la Universidad de Panamá.
Cerca de 1600 casos nuevos de VIH surgieron en Panamá en el 2018, según datos del Ministerio de Salud. Un total de 16,723 casos de sida se han reportado en Panamá desde septiembre de 1984 hasta octubre de 2018.
En materia de tuberculosis, Guna Yala fue el área que reportó mayor incidencia por tuberculosis en 2018 (165 casos nuevos por tuberculosis por cada 100,000 habitantes), seguido de Bocas del Toro (102), y San Miguelito (68).
En su intervención, el Dr. Goodridge, quien cuenta con un Doctorado en Enfermedades Infecciosas e Inmunología, presentó los hallazgos más relevantes de cuatro investigaciones científicas realizadas en el país en el marco de una subvención de transición del Fondo Mundial para la Lucha contra el VIH, la Tuberculosis y la Malaria, el cual se crea en el año 2001 como resultado de la Sesión Extraordinaria de la Asamblea General de Naciones Unidas.
El estudio sobre la población de alto riesgo afectada por el VIH estimó que la positividad por cualquier infección de transmisión sexual (incluyendo VIH, sífilis y hepatitis B) fue de 13.1% en las poblaciones de alto riesgo, que incluye hombres que tienen sexo con hombres, mujeres trans y trabajadoras sexuales.
A su vez, expuso que la investigación de marcadores serológicos del VIH en la población indígena reveló que un 0.67% de los evaluados posee serología positiva para el virus. Sin embargo, esto contrasta con el bajo nivel de conocimiento, actitudes y prácticas sobre el VIH y su transmisión, ya que el 84% de los encuestados poseen conocimientos inadecuados sobre el VIH, y el 56% indicó que no utilizó condón en sus relaciones sexuales.
El Dr. Goodridge añadió que el estudio de factores de adherencia a la terapia antirretroviral encontró que la discriminación, el estigma y los factores socioculturales negativos asociados al VIH son los principales obstáculos para la vinculación de las personas con el VIH al tratamiento antirretroviral. “Estos factores permean en los prestadores de servicios de salud, en los mismos pacientes y en la generalidad de la sociedad panameña”, manifestó.
Por su parte, la investigación sobre la efectividad del tratamiento antirretroviral reveló que el 80% de las personas con el virus disminuye los niveles de carga viral a indetectable después recibir entre cuatro a seis meses de terapia antirretroviral.
Los demás expositores del Café Científico hicieron alusión a la situación de pacientes con tuberculosis en Panamá, una enfermedad infecciosa que es prevenible y curable, la cual es causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis, que se transmite por vía aérea.
Según reportes del Ministerio de la Salud, un total de 1875 casos de tuberculosis se reportaron Panamá en el año 2017, siendo las áreas de mayor incidencia la comarca Guna Yala, Bocas del Toro, la comarca Ngäbe-Buglé, Colón y Panamá Este, en ese orden.
La tuberculosis, aunque se presenta principalmente como una enfermedad pulmonar, afecta también otros órganos y tejidos, y puede ser mortal si el paciente no recibe el tratamiento adecuado, añadió la Mgtr. Sambrano, especialista en Microbiología ambiental, quien presentó sus trabajos en la identificación de Mycobacterium tuberculosis a través de técnicas moleculares.
El equipo de investigación de tuberculosis del INDICASAT está integrado por científicos internacionales que están aplicando metodologías de genotipificación para identificar cepas presentes en Panamá y cepas resistentes a medicamentos, lo que contribuye positivamente al diagnóstico y a la administración adecuada de medicamentos, dijo la Mgtr. Sambrano.
Por su parte, la Dra. Ordóñez hizo alusión a la importancia de la investigación en células B-1 para el control de la tuberculosis. Estas células son fundamentales para ejecutar inmunidad, por lo que los defectos en estas suelen resultar en enfermedades autoinmunes.
La ex becaria del Programa de Becas IFARHU-SENACYT para estudios de Doctorado en Biotecnología en INDICASAT AIP abordó sobre su investigación en torno a las células B-1 como secretoras de anticuerpos de inmunoglobulina M y su rol como potencial biomarcador durante la infección con Mycobacterium tuberculosis.
La tuberculosis es una enfermedad reemergente con altas tasas de mortalidad en el mundo. El refuerzo de la vigilancia de la tuberculosis y las estrategias de identificación temprana ha contribuido al avance en el control y la prevención de la enfermedad, subrayó.
“Sin embargo, para adoptar estas estrategias en países de alta incidencia y reducir la carga de tuberculosis a nivel mundial, necesitamos vacunas alternativas y biomarcadores potenciales que complementen el tratamiento con fármacos anti-tuberculosis, darles seguimiento a los pacientes con la infección pulmonar activa y aportar a la reducción de la enfermedad”, recalcó la científica.
En su investigación, la Dra. Ordóñez plantea evaluar los anticuerpos IgM secretados por linfocitos B durante la exposición de las células a diferentes moléculas, haciendo experimentos en laboratorio con ratones.
La Dra. Cubilla, quien cuenta con un Doctorado en Epidemiología, hizo alusión en su intervención a la frecuencia del consumo de alimentos en pacientes con tuberculosis en zonas urbanas de Colón. “Estudios observacionales han encontrado una asociación entre la tuberculosis activa con la dieta, el estado nutricional y factores socioeconómicos como el tipo de vivienda del paciente”.
Luego de estudiar por más de dos años la tuberculosis en Colón, la Dra. Cubilla y su equipo de investigación documentaron la alimentación de estos pacientes y evaluaron su estado nutricional. Para lograrlo, se aplicó un instrumento para medir constructos relacionados con la intención de comer comida saludable en este grupo de pacientes. Sobre la muestra evaluada, más del 50% de los participantes se encontraba desempleado, el 80% eran hombres, y tenían un promedio de 13.7 semanas de síntomas de tuberculosis al momento de su detección, señaló.
“El patrón de frecuencias de consumo de alimentos encontrado en pacientes con tuberculosis de la provincia de Colón estuvo constituido por el consumo diario de vegetales, frijoles secos y lácteos, baja frecuencia de consumo de frutas y granos integrales, y alta frecuencia de consumo de azúcares añadidos, bebidas para deportes o jugos de frutas y carnes procesadas”, dijo la Dra. Cubilla.
La Mgtr. Ábrego presentó sobre la importancia del mapeo de organizaciones de la sociedad civil para la prevención de la tuberculosis.
La especialista en Población, Sexualidad y Desarrollo Humano con Enfoque de Género señaló que, a través de la iniciativa del Mecanismo Coordinador de Panamá, el Fondo Mundial para la lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria realiza un mapeo de organizaciones de la sociedad civil y oenegés a nivel nacional que se dedican a actividades de prevención y apoyo en el tratamiento de la tuberculosis.
Dicho mapeo busca fortalecer las capacidades institucionales del Ministerio de Salud en campañas de prevención de esta enfermedad, y cumple con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (Objetivo 3, sobre buena salud), que establece para el año 2030 poner fin a las epidemias del sida, la tuberculosis, la malaria y las enfermedades tropicales desatendidas y combatir la hepatitis, las enfermedades transmitidas por el agua y otras enfermedades transmisibles.
El Café Científico es una iniciativa de la SENACYT en la que especialistas en diversas disciplinas presentan los resultados de sus estudios y comparten sus experiencias con miras a la popularización de la ciencia.
Sobre la SENACYT: La Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT) es una institución autónoma cuya misión es convertir a la ciencia y a la tecnología en herramientas para el desarrollo sostenible de Panamá. Nuestros proyectos y programas están enfocados en potenciar el desarrollo científico y tecnológico del país y de este modo, cerrar la brecha de la desigualdad y fomentar un desarrollo equitativo que mejore la calidad de vida de los panameños.
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